Allí, en la hermosa Matanzas que se yergue frente al mar, la de los puentes majestuosos, calles amplias e interminables tertulias, nació Bonifacio Byrne. Su vocación literaria comenzó a manifestarse desde la más temprana juventud; por eso, no resulta nada extraño su continuada presencia en el llamado Círculo Literario de otro grande de nuestras letras, Domingo del Monte.
Además de la poesía, cultivada por él con amplia fecundidad, el periodismo fue otra de sus formas de expresión, por lo cual fundó en su ciudad natal los periódicos "La Mañana" y "La Juventud Liberal".
En una y otra forma de expresarse -poesía y periodismo- Byrne denotó su vocación independentista, ideal que le llevó al exilio en 1896 en los Estados Unidos, donde sin descanso prosiguió en su quehacer patriótico; se desempeñó como lector de tabaquerías y secretario del Club Patriótico de Tampa, del cual fue fundador. El hombre de letras estuvo directamente vinculado al accionar emancipador de su patria, lo que abrazó como razón de vida.
Poemarios suyos, como "Sonetos patrióticos" y "En medio del camino" se suman a una valiosa lista donde el lirismo va de la mano con sentimientos claros de la existencia, incluyendo en privilegiado lugar el amor patrio. Durante su prolongado destierro también escribió para el periódico "Patria", órgano del Partido Revolucionario Cubano, fundado por José Martí.
En 1899 regresó a la patria, y desde aquel encuentro reveló el profundo dolor cuando, al aproximarse a las costas cubanas, vio ondear la bandera del norte y no la propia. ¡Tanto sacrificio para semejante ignominia!. Aquel sentimiento prevalece en las conciencias de cubanos y cubanas que, posteriormente, lucharon y dieron sus vidas por completar la soberanía nacional alcanzada, ¡al fin!, en enero de 1959.
Hoy 5 de julio se conmemoran ocho décadas de su muerte, acaecida en la bella ciudad que 75 años antes le había visto nacer. Bonifacio Byrne está inmortalizado por la vocación patriótica manifiesta en su vida y obra.
Razón para que en octubre de 1959, el legendario Comandante Camilo Cienfuegos retomara la última estrofa de su poema "Mi Bandera" para expresar el sentimiento patriótico de tan eminente poeta y de todo un pueblo: "Si deshecha en menudos pedazos / llega a ser mi bandera algún día… / ¡nuestros muertos alzando los brazos / la sabrán defender todavía!".
Mi Bandera
Al volver de distante ribera,
con el alma enlutada y sombría,
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!
¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
¡Desde el buque la vi esta mañana,
y no he visto una cosa más triste... !
Con la fe de las almas austeras,
hoy sostengo con honda energía,
que no deben flotar dos banderas
donde basta con una: ¡la mía!
En los campos que hoy son un osario
vio a los bravos batiéndose juntos,
y ella ha sido el honroso sudario
de los pobres guerreros difuntos.
Orgullosa lució en la pelea,
sin pueril y romántico alarde;
¡al cubano que en ella no crea
se le debe azotar por cobarde!
En el fondo de obscuras prisiones
no escuchó ni la queja más leve,
y sus huellas en otras regiones
son letreros de luz en la nieve...
¿No la veís? Mi bandera es aquella
que no ha sido jamás mercenaria,
y en la cual resplandece una estrella,
con más luz cuando más solitaria.
Del destierro en el alma la traje
entre tantos recuerdos dispersos,
y he sabido rendirle homenaje
al hacerla flotar en mis versos.
Aunque lánguida y triste tremola,
mi ambición es que el Sol, con su lumbre,
la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!
en el llano, en el mar y en la cumbre.
Si deshecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día...
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía!...
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