viernes, 12 de diciembre de 2014

Ernesto Márquez, un Caruso mexicano



Ernesto "Caruso" Márquez con su inseparable guitarra.

No es precisamente un tenor ni se dedica a cantar, aunque lo hace bien cada vez que se lo propone, imprimiendo un estilo singular. En verdad “Caruso Márquez”, llamémosle así, es un decidor inigualable de las canciones que interpreta, y más que cantarlas las dice con el mismísimo corazón.

Desde hace mucho reside en los Estados Unidos donde constituyó una hermosa familia, algo que ni por un momento le hace olvidar sus raíces mexicanas y, en particular, durangueñas. Fue en una de sus visitas a su tierra cuando nos conocimos, ocasión en la cual advertí la presencia de un hombre sencillo, amistoso y amante de la buena música; esa misma cuyas notas arranca con sentimiento a las cuerdas de su inseparable guitarra.


Su nombre de pila es Ernesto Márquez Quiñones y nació un día celebrado en la historia de México – el 5 de febrero-, aunque de 1936. Fue Durango la cuna que acogió su venida al mundo y que él agradece con orgullo. Emocionado evoca sus años mozos cuando integró las orquestas de los hermanos Nuco y Paulo Cisneros, agrupaciones que marcaron época en la Perla del Guadiana.

Nuestra amistad comenzó el mismo día en que un amigo común nos presentó, razón aprovechada por mí para concertar un encuentro y platicar acerca de su obra, que abarca la ejecución guitarrística y un particular método para la enseñanza de ese mismo instrumento. Con puntualidad rigurosa nos reunimos en Sanborns y al aroma de unas cuantas tazas de café, salpicadas de melodiosos acordes, iniciamos la animada plática.  

Lo primero que quise conocer es acerca del seudónimo Caruso, y me platicó que de muchacho le

Ernesto "Caruso" Márquez. A su izq. el autor de esta crónica


gustaba cantar, por eso sus compañeros de estudios empezaron a llamarle Caruso, algo que a él no le gustaba. Un día su padre vio cuando le llamaban así y le preguntó por qué se enojaba si al contrario debía sentirse orgulloso de que lo compararan con el tenor italiano, cuya vida en aquellos tiempos fue llevada al cine protagonizada por Mario Lanza.

A su padre, en realidad, no le agradaba que Ernesto se fuera a dedicar a la música, y unos días antes de morir lo dejó tocando solo la guitarra. Al quedar huérfano atravesó necesidades, empezó a tocar y se fue a los Estados Unidos en 1957 a la búsqueda de oportunidades, lo que le valió ser detenido por los oficiales de migración estadounidenses. Pudo permanecer en Ciudad Juárez donde tocaba la guitarra y cantaba y participó en un concurso de televisión.

Una de las genialidades de Ernesto Márquez en la enseñanza de la guitarra es la creación propia de un método basado, no en las notas musicales, sino en una roseta móvil hecha de cartón que identifica las notas con letras y números. Es un método originalísimo mediante el cual se aprende rápidamente a tocar la guitarra y que él define como su enciclopedia pequeña.-

En una encuesta para buscar al mejor guitarrista de los estados de Illinois e Indiana, fue nada menos que “Caruso” el seleccionado.

Además de sus dotes como maestro y ejecutante, se unen las de compositor, entre las cuales cuentan “Será mejor”, “Te haré feliz”, “A una mujer”, “Consejo de Amistad” y “Herminia”, esta última en torno a la cual existe una simpática anécdota, ya que aunque fue dedicada a una muchacha llamada así, la verdadera inspiradora fue otra chica cuyo nombre prefirió no revelarme.  En todas estas composiciones, tanto la letra como la música son de su autoría.

Ernesto “Caruso” Márquez se considera decididamente un romántico, y cuando le pregunté su opinión acerca de la canción me comentó con sus propias palabras que… “la canción romántica tiene una especie de sentimiento que se trasmite y se siente. Las personas que están enamoradas sienten muchas letras porque las hacen vibrar y las sensibilizan”.

Este hombre amistoso y de probado talento musical reside en los Estados Unidos desde 1986, año en que acompañó al teclado a una cantante y también tocaba la guitarra. Tuvo la oportunidad de ejecutar a la guitarra piezas de Güicho Cisneros (*) en su presencia, quien a la sazón visitaba Estados Unidos, y admirado se acercó a él y le extendió la mano.

Aunque desde hace décadas reside fuera de su Patria, afirma que Durango es para él su historia, lo más grande que existe, y es tan grande que siente el cariño por todos sus amigos – muchos que ya no están – y siente al partir que cuando regresa ya no los encuentra.

Ernesto “Caruso” Márquez es un músico, compositor y profesor de guitarra de altos quilates, categoría con la que compite su condición humano. Un hombre para quien la música es un idioma universal y visitar Cuba es un sueño que desea algún día realizar.


(*) Luis Cisneros Alvear [Güicho Cisneros] Gómez Palacio, Durango, 15 de octubre de 1934. Guitarrista, cantante y compositor. Formó parte del grupo Los Dandys. Autor de boleros memorables como “Gema” y “Alma de cristal”, que le hicieron merecedor de un Disco de Oro en 1959. Entre sus composiciones más conocidas figuran “Tres regalos”, “Como un duende” y “Negrura”.

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